Casos y consejos sobre estafas inmobiliarias: Como comprar una vivienda con tranquilidad

Ante una posible estafa inmobiliaria, hay que actuar con prudencia y sentido común. Si por desgracia caemos en un timo, lo ideal es ser rápidos y denunciar ante las autoridades, pero ¿Cuáles son los timos inmobiliarios más comunes? Hoy os aconsejamos para comprar una vivienda sin ser estafado.

Años ahorrando para cumplir el sueño de tu vida, comprar una casa o un piso, pero a la hora de la entrega te estafan y no te entregan lo que es o pierdes dinero. Lo peor de esto, aunque no lo creas, no es el dinero, sino todo el esfuerzo y tiempo perdido. Para evitarlo vamos a hablar de los timos inmobiliarios más comunes y os daremos una serie de normas y consejos para evitarlos

  1. El vendedor no es el titular

Está tipificado como delito de venta de cosa ajena. Consiste en la transmisión de un bien sin poseer la titularidad. Es una modalidad muy concreta, dado que el supuesto vendedor aparenta tener una facultad de disposición de la que en realidad no tiene.

El comprador debe asegurarse siempre de que vendedor y propietario coinciden, algo que puede conocerse pidiendo una nota simple de esa vivienda al Registro de la Propiedad.
Este delito está penado con hasta cuatro años de cárcel.

  1. Delito de doble venta

Este delito se da cuando se vende una misma propiedad dos veces, aunque la primera se haya hecho en documento privado y no se haya elevado a escritura pública o al Registro de la Propiedad, o no se haya traspasado la propiedad.

  1. Ocultación de gravamen

El vendedor oculta de forma consciente los cargos monetarios que pesan sobre el inmueble. Estas van desde hipotecas y embargos a derramas vecinales. El Registro de la Propiedad es el lugar al que dirigirse para verificar que todo esté en regla. Igualmente, es aconsejable contactar con el presidente de la comunidad o el administrador de la finca para asegurarse de que se está al corriente del pago de las cuotas ordinarias y extraordinarias.

  1. Simulación de contrato

Consiste en que el comprador firma un documento de arras falso que no tiene validez y que es una excusa para que el estafador le saque el dinero como si se tratara de una. Una vez obtenida esta cantidad, el “vendedor” desaparece. Para evitar este engaño es aconsejable, además de acudir al registro, dejarse asesorar por un abogado o gestionar la compraventa a través de una agencia.

  1. Pagos en negro

Esta práctica fue muy habitual durante la crisis anterior y, actualmente, está volviendo a surgir. El vendedor accede a rebajar el precio si el comprador acepta pagar una cantidad en metálico fuera del control tributario. De este modo, el vendedor logra reducir la plusvalía y el comprador, al escriturar por un valor menor, reduce el IVA o el Impuesto de Transmisión Patrimonial. Sin embargo, cuando el comprador quiera vender en un futuro, al figurar en las escrituras un valor de adquisición más bajo, se puede enfrentar a una plusvalía más alta.

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